Aún la privacidad que me preguntó padre Cuomo, la noticia de lo que estaba viviendo era ya filtrada.  De hecho una noche del mes de Junio del 1986, mientras caminaba por las vias del país, me pararon cuatros conocidos conciudadanos (Salvatore Chiatto, Rosario Cristiano, Rosario Conte, Antonio Del Prete) que me preguntaron informaciones sobre lo que me estaba pasando. Mientras hablaba de mi experiencia, expresé mi deseo de crear un grupo de oración y asi hice. Nos encontrábamos cada semana a casa de mi tía para recitar el santo rosario y con el pasar del tiempo el grupo crecí más, pero encontramos muchos problemas con el espacio, y por esa razón, después de dos años en una aparición de la Virgen, ella nos preguntó de ir a rezar en la casa del Señor. Ya que mi sacerdote, Don Mimmo de Rosa, conocía mi historia por que yo y mi familia nos convertimos en parroquianos, siempre presentes en las varias celebraciones, yo le pregunté si era posible reunir nuestro grupo de oración allí.

El acceptó con mucha felicidad y se puso a disposición por ser guía espiritual del mismo grupo y al mismo tiempo, diviniendo mi guía espiritual.

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